Considero que cuando Charles Darwin publicó el 1859 "El origen de las especies", sustentando que la selección natural permite sólo sobrevivir y reproducirse a las especies más aptas, no pudo imaginarse que 142 años más tarde, su teoría aplicada a la evolución de los Estados , enfrentados hoy a una dinámica economía global acompañada por una gran revolución tecnológica, podrán sobrevivir tan solo aquellas economías nacionales, empresas y personas, que se presenten como las más aptas.
La única diferencia entre el "darwinismo económico y tecnológico" y el natural es que, mientras éste tardó millones de años en ir descartando a las especies no aptas, la selección que viene paulatinamente haciendo el mercado global, en muy poco tiempo puede convertir a muchos Estados-Nación en economías inviables, provocando por tanto un temible impacto sico-social.
El sistema mundial que comenzó a regir a partir de la finalización de la "guerra fría" aún se presenta como un sistema virtual. La globalización conforma una realidad mutua, pues si bien favorece el crecimiento de los grandes bloques económicos, provoca, simultáneamente, desigualdades cada vez mayores entre los Estados y sus sociedades. Exhala energías pero también libera fuerzas que es importante dominarlas.
Por tanto, considero que la globalización se nos presenta como una situación real que, a su vez, requiere respuestas reales por parte de los gobiernos, pues de lo contrario, en el caso concreto de los países latinoamericanos, pasarán éstos a constituirse en segmentos anónimos del mercado internacional que se viene consolidando a través de los tres grandes bloques.
Si es cierta esta tendencia, resulta inoperante el hecho que un Estado en solitario, pretenda construir en su imaginario la versión y el perfil de una suerte de relación particular, individual, con los citados bloques, grandes escenarios políticos, económicos y tecnológicos éstos, donde tienen lugar complejas alianzas que conjugan una diversidad de intereses, con la participación de importantes actores -legales e ilegales- y donde tiene se anima un confusodebate tendiente a establecer un nuevo orden internacional -político, económico, estratégico- con el propósito de superar el actual "desorden internacional".
2. ¿Qué escenarios se le presentan a america latina?
Creo que el gran desafío que se le presenta a la sociedad latinoamericana está referido, prioritariamente, a la necesidad de conocer cuáles son y cómo puede funcionar una América Latina global en los nuevos escenarios internacionales; actitud ésta que nos obliga a realizar un severo análisis hacia delante, no simplemente hacia atrás, tomando en cuenta que en el mundo actual los mercados segmentados y las políticas aisladas, sólo sirven para intensificar los riesgos de vulnerabilidad , favoreciendo la fragmentación que, en poco tiempo, será ultimada por el "darwinismo económico y tecnológico".
En directa relación a los diversos e intentos de integración latinoamericana, considero que el discurso político que discurre en los foros regionales, desde tiempo atrás viene trasmitiendo serias contradicciones; extremados personalismos, dando la sensación de una falta de libreto donde se determinen no sólo objetivos comunitarios, sino la disposición de los gobernantes en compartir instrumentos viables.
Exceptuando algunos períodos de amnesia en política económica o de abulia "panamericanista" del gobierno de Washington hacia nuestra región, ésta fue empleando tímidamente y en forma intercambiable, indistinta y generalmente confusa, mecanismos que el tiempo ha determinado, categóricamente, su ineficiencia: integración, complementación, cooperación; de la creación de una zona de libre comercio hasta el establecimiento de un mercado común. Por ninguno de esos caminos, se ha logrado alcanzar un favorable índice de solidaridad regional -permanente y ascendente- dado a que no existe unaconciencia de unidad que se afirme y se proyecte más allá de los escasos límites del discurso de circunstancia.
Existen sólidos argumentos para aceptar que la relación de dependencia -de centro/periferia, como teorizara el Dr. Raúl Presbich desde CEPAL- haya llevado a destacados intelectuales como el brasileño Darcy Ribeiro y el argentino Jorge Luis Borges, entre tantos otros, a preguntar: "¿ existe América Latina?" considerando que, si bien no cabe duda de su realidad histórico-geográfica, siempre es bueno profundizar el significado de su existencia.
Señores: creo que América Latina no necesita ser inventada. Sus pueblos, tan sólo, están obligados a reconstruirla. Con palabras de José E. Rodó "volver a la ley de origen"; adecuadamente fortalecida para poder resistir los impactos de la codicia.
Prof. Bernardo Quagliotti De Bellis
Asociación Sudamericana de estudios geopolíticos
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